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Don Julián afirma en el Santuario de Pastoriza que “la devoción a la Virgen alienta el alma sencilla y generosa”
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El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, ha presidido esta mañana la Misa Solemne en honor a la Santísima Virgen de Pastoriza, Patrona de esta Parroquia. A lo largo de este mes de octubre se han venido celebrando con especial devoción Misas, Rosarios y oraciones marianas. El de hoy ha sido el broche de oro de estos actos religiosos.

En la homilía, monseñor Barrio recordó la importancia de que el verdadero sentido de la vida para un cristiano es encontrarse con Cristo a través de su Madre, María.

“Todos tenemos mucho que agradecer a nuestra Madre. La devoción a la Virgen María alienta el alma sencilla y generosa”, afirmó el arzobispo compostelano.

También recordó mons. Barrio que “María es fuente de la sabia que hace florecer y fructificar nuestra existencia para no perdernos en el anonimato”. Y añadió que “perder el sentido de Dios y, en este caso, perder nuestra devoción a Santa María hace que nos diluyamos en nuestra sociedad sin saber quienes somos y a donde vamos”

Señaló, además, que “María estuvo llena de gracia porque se vació de sí misma. Con ella descubrimos las raíces de nuestra autentica religiosidad que hemos de vivir desde la sintonía con la Iglesia y desde la solidaridad”.

El calendario de actos religiosos de la jornada de hoy lo completaban el rezo del Rosario a las 8 de la mañana en la Virgen de la Piedra para continuar con una Misa cada hora: 9, 10, 11 y 12 de la mañana antes de la misa solemne de las 13:00 horas con la presidencia del arzobispo y la tradicional procesión alrededor del Santuario. Y ya por la tarde a las 5, 6 y 7.

El documento más antiguo en el que aparece citado el nombre de Pastoriza, es una donación de San Rosendo (siglo X), en que habla de la Villa e iglesia de Pastoriza, en tierra de Faro. Pero en estos territorios se asentaron los suevos aproximadamente sobre el siglo V. Algunas crónicas cuentan la conversión del Rey Requiario al catolicismo, en el año 448, y que mandaría edificar un pequeño templo, hoy convertido en el Santuario de Pastoriza.