El domingo siguiente a la celebración de Todos los Santos, los chicos y chicas de la Catequesis parroquial tenían una encomienda muy concreta: haber investigado sobre la vida de un santo o una santa para luego representarla con sus atuendos más típicos y leer un breve texto explicativo. Un simpático momento celebrativo que contó con la inestimable colaboración de los padres de los muchachos y que contribuyó a poner una nota de color y alegría en medio de la “oscuridad” y el “tenebrismo” que supone, en muchas ocasiones, la postiza celebración de Halloween.